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DOLMEN de "Las Piedras Hincadas": NEOLÍTICO


LOCALIZACIÓN:

En el paraje de "Las Piedras Hincás"; se halla en el antiguo camino a La Bouza, nada más pasar "El Gaitero", entre "la Renta" y "Valdescobar"; allí existen numerosos indicios que permiten suponer la presencia de un dolmen neolítico.

DESCRIPCIÓN:

Los motivos que posibilitan esa suposición son:

  • La presencia en la zona de otras construcciones similares (existen dólmenes en las dos comarcas que rodean el término (el Abadengo y el Campo de Argañán).

  • La presencia del topónimo "Piedras Hincás"; ya que se constata su aplicación a lugares en los que aparecen dólmenes. Por ejemplo, en las proximidades de Ciudad Rodrigo se localiza un dolmen con el mismo nombre: "Piedras Hincadas".

  • En ocasiones esa expresión responde al uso de demarcadores para deslindes de tierras, o términos; pero en esta ocasión no parece ser así, ya que 250 años atrás el paraje se llamaba "Peñas Hincadas" (Catastro de Ensenada) y es posible que las piedras se hinquen, pero las peñas no.

  • El lugar casualmente así denominado reúne las características más comunes de aquellos en donde se asientan estas construcciones prehistóricas, a saber: parajes llanos, con buena visibilidad, terreno fértil en las proximidades...

  • En el susodicho lugar y formando un círculo de unos 5 m. de diámetro se asoman sobre el terreno unas piedras-peñas que podrían responder a una construcción megalítica; a su alrededor se observa una acumulación de piedra menuda más numerosa que en el resto del terreno. Sin embargo, no quedan restos del perfil tumular que presuntamente recubre a todas estas construcciones antes de ser destruidas.

CONTEXTUALIZACIÓN:

Las personas que realizaron esa construcción vivieron hace unos 3.000 años antes de nuestra era, periodo conocido como neolítico.

El hombre estaba inmerso en pleno proceso de domesticación de animales (oveja, vaca...) y vegetales (fundamentalmente cereales). Ello facilitó la prolongación temporal de los lugares de asentamiento, el desarrollo de técnicas líticas (piedras pulimentadas, más eficaces y resistentes), la aparición de la alfarería (para cocinar almacenar y transportar alimentos) y de la industria textil (aprovechamiento de la lana -hasta entonces se vestían exclusivamente de pieles-).

En este contexto, los lugares de enterramiento (dólmenes) representaban la continuidad temporal de los habitantes de una zona (algunos estuvieron en uso más de un milenio) y centralizaban territorialmente a la tribu (cuando agostaban un terreno se desplazaban a otro , pero siempre próximo a su dolmen de referencia).

La estructura de la mayor parte de los dólmenes existentes por nuestra zona consistían en una cámara circular a la que se accedía mediante un corredor, ambos construidos con grandes lanchas y cubiertos con parecido material; todo ello a su vez tapado con piedras y tierra con lo que la apariencia externa solía ser un pequeño montículo de 20-30 m. de diámetro por 4-5 m. de altura.




Paraje de "Las Piedras Hincás". Al fondo La Bouza.




Paraje de "Las Piedras Hincás" (lado opuesto a la anterior)




Paraje de "Las Piedras Hincás". Al fondo La Renta (zona de cultivo)




Una de las piedras hincás que forman el círculo